El Anuario del Murcianismo

Dicen los murcianos que, aún siendo futboleros, se muestran fríos cuando del Real Murcia se trata, que no encuentran motivación para ir a NC. Que no lo sienten como algo propio. Que el Murcia es una entidad secuestrada por Jesús Samper. Que “el día que se vaya Samper, me saco el abono”…

En el momento -creo que en eso coincidiremos- más complicado de la centenaria historia de nuestro Murcia, el Real, una cifra aproximada entre los 6000 y los 8000 aficionados nos mantenemos fieles al escudo. Al Club. Podría caerse en la tentación de decir que somos fieles a la entidad a pesar de quien la gobierna. El problema de afirmar eso, es que se estaría faltando gravemente a la verdad. El socio mayoritario del Real Murcia C.F. S.A.D. y su presidente es Jesús Samper Vidal. Muy cierto. Pero la realidad es que pocas veces en su historia la esencia de este Club, habrá sido patrimonio, de forma más evidente, de sus trabajadores, y sus seguidores. Con Samper alejado de NC, y en el exilio del grupo I, la bandera del Real Murcia la izan cada mañana los esforzados empleados del club. Esos que a pesar de lo mucho sufrido el pasado verano, siguen levantándose cada día con la ilusión de una victoria, el domingo, o una resolución judicial favorable, cualquier otro día de la semana. Esa bandera la mantienen en todo lo alto del mástil los aficionados que siguen ocupando su butaca ilusionados cada día de partido. Sin importarles si delante está el Lealtad o el Córdoba. Si se juegan subir un puesto en la tabla del ya celebre “Grupo Vaques” del enorme @mondo_moyano, o un ascenso a Primera. Y la pasean por toda España, los héroes que viven medio fin de semana metidos en un coche, cruzando la península de extremo a extremo. Todo para que su Murcia, nuestro Murcia, no juegue sólo en ningún campo, por escondido entre verdes “praos” que esté.

Hemos pasado semanas de incertidumbre, de angustia, de rabia, de impotencia, de rebeldía, de desesperanza…. Realmente se quedan cortos los adjetivos para condensar la montaña rusa de sentimientos del mes de agosto, y lo dura que fue cada caída después de cada momento de vana esperanza.

No ha transcurrido tanto tiempo desde entonces, pero la voluntad de hierro del murcianismo y su inigualable capacidad para volver a ilusionarse han vuelto a obrar el milagro. Después de muchas congregaciones reivindicativas, con finales trágicos en muchos de los casos, hoy el auténtico pulmón de este club se vuelve a reunir para una celebración. Una vez más, FEPEMUR vuelve a impulsar la ilusión, y a servir de punto de encuentro para un movimiento que sí está más vivo que nunca, que sí vincula a la entidad como nunca antes a sus aficionados, y que permite que cuando gritamos “El Murcia somos nosotros” lo hagamos con una convicción sin precedentes. Olvidando absolutamente quien posee las acciones de la Sociedad Anónima que circunstancialmente “acogió” a un Club que contaba con más de 80 años de historia, y de historias.

Igual alguno se preguntará qué ha sucedido para que esta tarde-noche haya un evento ilusionante en la Sede de FEPEMUR, en las entrañas mismas de nuestro templo. Me cuesta creer que no conozcáis a Javier Guzmán. Bueno, quizá no por su nombre. Pero si os hablo de @NumerosGrana creo que no habrá murcianista que se mueva por redes sociales y no lo conozca. Es el hombre de las estadísticas granas. Capaz de sacar punta a cualquier gol, parada, alineación o incluso anécdota de los partidos del Real Murcia. Este año, con la colaboración de FEPEMUR, Números –me sale llamarlo así- ha dado un paso más allá y ha decidido crear un Anuario que él define como “el libro definitivo del murcianismo para la temporada 2014-2015”. Quienes hemos tenido la suerte de poner un ojo encima del documento no podemos sino dar por exacta y precisa esa definición. A la calidad habitual de los datos que ofrece Números, se unen su habilidad para seleccionar aquellos que resultan realmente interesantes y valiosos. El nivel del contenido de la guía, que es excelente, viene acompañado por el enorme atractivo visual del diseño de Víctor García (@VictorGNunez). El mismo Números apunta -y coincido- que un contenido de calidad podría no resultar atractivo si no estuviera respaldado por una maquetación adecuada. En este caso la combinación de ambos factores ha sido perfecta, y el dúo ha dado a luz un documento realmente imprescindible para cualquier murcianista. No veo la hora de tener un ejemplar en mis manos, y saborear los muchos datos que el Anuario ofrece sobre nuestro Club, en todas sus dimensiones. Creo que las 500 copias que han encargado se recordarán como las de la 1ª Edición, porque estoy convencido de que habrá más tiradas. Encontrar, casi al principio del documento, una entrevista a Juanma Valero es la mejor señal de que nosotros, el Real Murcia, sí estamos cerca de quienes han formado parte de nuestra historia. De aquellos de los que nos sentimos orgullosos, y que han padecido en primera persona -como lo hacemos nosotros- las consecuencias de los errores y la falta de sensibilidad de quienes creen poseer el Real Murcia cuando sólo poseen un puñado de papeles. Acertadísima la elección de Juanma, sin duda. Toda una suerte de homenaje que el Club aún le debe al único jugador que ha vestido la elástica grana en todas las categorías ligueras. El murcianismo no olvida, y el Anuario ha sabido hacer justicia.

Sólo me queda desear que recojan el fruto del trabajo bien hecho, y que el Anuario vea la luz el año próximo, “y todos los que vengan”. Será muy buena señal. La mejor.

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