Aquí estamos, de nuevo. A pocos días de volver a mirar al destino a los ojos para preguntarle si ha decidido, por fin, que las lágrimas vuelvan a ser de alegría. Que las decepciones puedan viajar a otros lugares, y no se queden siempre aquí, como si hubieran encontrado el sustrato perfecto para crecer indefinidamente. …