Supongo que si has llegado hasta aquí, es que conoces bien el océano Internet, y no será necesario explicarte que no me ha jugado una mala pasada el teclado, y que la almohadilla (#) que aparece en el título, o el haberlo escrito sin espacios entre palabras no son errores. Son el fruto de mi adicción a Twitter. La red social de los 140 caracteres. Esa que te hace condensar las ideas, y apreciar lo que vale una palabra, una letra y, a veces, un espacio en blanco. #llenamosNC es lo que se denomina hashtag. Esto es, una etiqueta que se puede añadir a los mensajes que se publican en Twitter. Cuando mucha gente adopta una misma etiqueta, significa que está diciendo algo al respecto de ese tema concreto. Si el sistema de esta red social detecta que una etiqueta es de las más usadas por los usuarios a nivel nacional, o mundial, en un momento determinado, pasa a convertirse en tema de moda o trending topic. Echando un vistazo al listado de los principales trending topics de un momento, se puede saber mucho de lo que depara la más rabiosa actualidad de éste.
Si llegados a este punto estáis revisando si habéis escrito bien la dirección de mi blog, os tranquilizo: sí, esto es hablandoengrana.es y no un blog sobre terminología usada en Internet. Sin embargo, sería imposible entender lo que está pasando esta semana en la actualidad de nuestro Real Murcia, sin comprender la importancia de las redes sociales en nuestras vidas. Curiosamente, tras el empate del equipo en el Mini Estadi, y después de cerrar la jornada en posición de descenso por primera vez en toda la temporada, un hashtag paradójico, quimérico, comenzó a aparecer en algunos de los mensajes –tuits- de los murcianistas en Twitter: #llenamosNC. Mensajes de ánimo, palabras de aliento, de compromiso. Invitaciones a movilizar al murcianismo dormido a despertar y levantarse. Tratando de hacer entender que los Samper pueden pasar, que los jugadores o los entrenadores pueden pasar, pero que la afición permanece. Que los que nos ponemos la camiseta solo por amor a unos colores y a un escudo. A una ciudad y a una región. A un deporte. A un balón. Nosotros no pasaremos. Y el futuro de algo que nos es tan querido está en juego. Un descenso, y puede que mucho más…
El sentir mayoritario era que los jugadores por fin parecían dar muestras de un compromiso sin fisuras, reconciliados con la afición tras el gesto de ayudar a sufragar el coste del viaje de los irreductibles murcianistas que se desplazaron a alentarlos a Barcelona. Se pedía en muchos de esos tuits que el club hiciera un gesto. Un gesto hacia los abonados. Un gesto hacia una población que lo está pasando muy mal en lo económico. Un gesto hacia los niños. Muchos lo hacíamos sin mucha esperanza, pero a medida que se iban sumando voces, algunas muy ilustres, y que el movimiento #llenamosNC trascendía a los medios de comunicación, y con ellos a toda la población, parecía que la reivindicación cobraba fuerza. Tanto fue así, que ayer, por fin, el Real Murcia decidió poner en marcha una iniciativa para facilitar que la gente se acerque al estadio en las cuatro finales que restan para cerrar este curso. Los abonados podremos retirar cuantas entradas queramos al precio único de 10 euros para adultos y 5 para niños hasta 14 años. Seguro que habrá quien piense que se podría haber hecho otro planteamiento, pero creo que se trata de una mejora sustancial respecto a los precios generales habituales, y sobre todo la entrada infantil tiene un precio muy ajustado, para que ningún niño o niña que lo desee deje de acompañar a sus familiares al estadio. Domingo a las 5. Buen día y buena hora. La combinación más clásica y la más veces grabada en mi memoria en el fondo norte de nuestra añorada Condomina.
Llenar las más de 30.000 butacas de NC puede parecer una quimera, pero quien no se permite soñar con el cielo, jamás podrá despegarse del suelo. Los jugadores, con sus limitaciones, y el club, con las suyas, han dado un paso al frente. Ha llegado el momento de dar nosotros el nuestro. Y creo que debe ser un paso firme. Que don Jesús Samper no ose volver a decir que a Murcia y a los murcianos, no les importa el Real Murcia. Sé que detrás de la espantada de más de 16.000 abonados en el último lustro hay mucho de desilusión, de decepción y de cansancio. Sé que la situación económica en muchos casos ha hecho que el fútbol en vivo se haya convertido en lujo inaccesible. Pero también sé que un día estuvieron ahí. Y es el momento de reaparecer. De darlo todo. El siguiente partido de local puede ser tarde. El encuentro contra el Almería es crucial, y de su resultado puede depender el desenlace de la temporada.
El genial #llenamosNC ha ido creciendo como una ola. Socios ofreciéndose a comprar entradas a quien lo desee. A compartir vehículo. El tranvía de Murcia regalando el viaje de ida y vuelta desde la capital. Comida de hermandad –por 1 euro- en la sede de la Federación de Peñas Murcianistas en los bajos del estadio, el domingo a medio día. Murcianos y murcianistas, de toda clase, edad, sexo y condición llenan las redes sociales con sus mensajes. ¿Qué campaña de publicidad puede contar con 5000 comerciales motivados con la causa, trabajando de forma desinteresada con un mismo fin? Muy pocas. La marca Real Murcía sí tiene ese activo. Nos tiene a nosotros. A ti y a mí. Así que es el momento de movilizar a todo pimentonero viviente, y demostrar que los sueños pueden hacerse realidad. No seremos nosotros quienes ganemos o perdamos el partido. Pero sería emocionante ver un estadio lleno volcado con un equipo en puestos de descenso. Un mensaje a los Samper. Al fútbol español. Yo ya tengo a 3 invitados a subir a la nave grana este domingo. Haced cálculos… Como decía el genial John Lennon en su Imagine, “podréis decir que soy un soñador, pero no soy el único…” ¿#llenamosNC?