9000 gargantas

Esas fueron las que gritaron a pleno pulmón el gol de Dani Aquino cuando el partido de ayer expiraba, y el empate parecía el mal menor para un encuentro que dominaron los nuestros, pero en que los tres puntos peligraron en varias ocasiones. Sólo hay que recordar la milagrosa mano de Elía, mediada la segunda mitad, que evitó el 0-1, y la angustia que hubiese supuesto verse por debajo en el electrónico.

De fútbol, desgraciadamente, no hay mucho que hablar. Partido flojo, en que sólo Movilla estuvo al nivel de las jornadas anteriores. El miedo a la derrota, con la de Alicante aún fresca en la retina, atenazó a los nuestros en la segunda mitad cuando el Alavés firmaba descaradamente el empate, arañando segundos al crono en cada cambio. Sin embargo la fortuna nos hizo un guiño a tres minutos del final, y llegó el éxtasis de la tranquilidad. La de dejar el descenso a siete puntos, volver a encontrar la senda del triunfo, y mirar a la recta final de la liga con optimismo. El partido de ayer era el más importante, hasta el momento, de la temporada. Aunque no todo el mundo lo entendió igual. Y me remito al título de estas líneas: 9000 gargantas. Alguno supongo que ya se ha preguntado por qué digo 9000, y no las 14100 que anunciaba el marcador de NC que habían echo girar los tornos. Sí, sí, ya sé que los que también estuvisteis allí sabéis por donde van los tiros. Y si acudisteis al partido, y os perdisteis el gol de Aquino, entonces sois algunos de esos aproximadamente 5000 aficionados que abandonaron el estadio entre el minuto 80 y el glorioso minuto 87. Sinceramente, considero que cualquiera que paga su abono, o su entrada, tiene todo el derecho del mundo a hacer lo que le dé la gana. Como si quiere quemar la entrada, e irse al cine. Pero lo que no puedo entender es qué sentido tiene acudir a NC a ver 80 minutos de un Murcia-Alavés (que no apuntaba ser un gran espectáculo para el “amante-no-forofo” del fútbol) y con 0-0, y diez minutos por delante, largarse sin ver el desenlace. El motivo parece ser evitar el atasco de la salida. Sí, tiene lógica. Pero la mejor manera de evitarse en el atasco es irse a las Puertas de Moratalla, que los sábados a esa hora presentan un tráfico fluido, y además están muy bien para hacerse un picnic. Con suerte se sintoniza Onda Regional Murciana, y podéis escuchar el gol de Aquino que nos da media salvación. El problema es que los jugadores perciben esta desbandada, y lo más peligroso, lo perciben los rivales y el colegiado. Ayer eso no fue problema para que el árbitro señalase el centro del campo en el gol. Pero no es lo mismo acabar el partido con el estadio rugiendo, e implicado con la causa, que con la mitad del personal. Por suerte los fieles que nos quedamos hasta el aplauso final a los jugadores sabemos meter decibelios a nuestros gritos para compensar las 5000 voces que llegan a su casa a tiempo, y no sufren las colas.

Los otros 9000 sufrimos, felices y contentos, los atascos para volver a casa. Espero tragarme muchos atascos más así.