Así, hasta el fin del mundo…

Hoy el Real Murcia ha perdido ante el Hércules. El equipo alicantino ha demostrado que tiene auténticos “killers” de mediocampo en adelante, y ha rentabilizado de manera increíble las ocasiones de que ha dispuesto. Sin embargo, solamente la posición momentánea en la tabla me produce mal sabor de boca, ya que viendo jugar al Murcia hoy, en el campo de un gallito de la categoría, llevando la iniciativa y haciendo fútbol como hacía tiempo, me ha emocionado. Hoy los jugadores que se han enfundado “la grana” han honrado la memoria de nuestro centenario escudo, y han dado toda una lección de garra, orgullo y, a ráfagas, juego de gran nivel. Sinceramente, espero que los propios jugadores sean conscientes –y que nosotros les ayudemos a que lo sean- de que así, ganando o perdiendo, vamos a estar a muerte con ellos. En Segunda, en Segunda B, o donde sea. Durante esta semana ya dedicaré unos minutos a reflexionar sobre el crucial partido del próximo sábado en NC. El encuentro ante el Alavés va a marcar el resto de la temporada para el equipo. Si se consiguen los tres puntos, dejaremos el descenso a siete puntos, y alejaremos los fantasmas de forma casi definitiva. Si no… bueno, no voy ni a contemplar esa posibilidad, porque jugando la mitad que hoy, y con el apoyo de la afición, no debemos tener problemas para hacernos con la victoria. Desde aquí, hago mi particular llamamiento a la familia grana, para que hagamos del estadio una olla a presión. Si hay un partido importante este curso futbolístico es el próximo. Es el momento de empujar.