Esta semana se han producido muchísimas noticias alrededor de nuestro Real Murcia. La más destacada no sucedió, lamentablemente, sobre un terreno de juego, sino entre las cuatro paredes de una sala de prensa. Los jugadores de la plantilla salieron a dar un comunicado (podéis ver un extracto aquí) pidiendo al club que designe un interlocutor válido (dada la dejación de funciones del cuñadísimo Trujillo) para discutir cómo dar solución a los retrasos en los pagos por derechos de imagen que sufren desde hace meses. Una situación impensable en el Murcia de los últimos años, y más grave aun teniendo en cuenta la posición que ocupa el equipo en la tabla. Los jugadores no deberían estar pensando en esos temas ahora, pero el caso es que lo hacen. Hay muchos aficionados que los critican porque dicen que su rendimiento es bajísimo (eso lo suscribo también yo) y que por tanto no tienen derecho a reclamar. Con esta última parte no estoy de acuerdo. Los jugadores firmaron sus contratos, cumplen con el horario establecido por el club (con Campos ya se parece más a un horario normal de futbolistas), viajan y juegan con el equipo, y si han querido comprarse tal casa o tal Audi porque sus emolumentos así lo permitían, tienen todo el derecho del mundo a reclamar. Ahora bien, dicho esto, vamos a hablar de sensibilidades. Resulta que los jugadores salen a denunciar esos impagos en el peor momento posible: con el club en camino de la Ley Concursal y con el objetivo del ascenso convertido en un imposible. Aun recuerdo el año pasado, cuando la prensa murciana, en el libre ejercicio de su profesión, criticó a ciertos componentes de la plantilla, caso de Pablo García. Los jugadores se pillaron un rebote increíble, dejaron de hablar a la prensa, dijeron que eso no era respetar a las personas… Me pregunto si los más de 16000 abonados al Real Murcia que nos hemos dejado el dinero, la voz y la alegría de algunos domingos viendo a muchos de los que vestían nuestra camiseta hacer el más espantoso ridículo, tendremos derecho a sentirnos ofendidos con la actuación de esta semana de los componentes de nuestra plantilla. Cuando muchos de nosotros estamos haciendo cuentas para sacar los 300 euros del abono. Haciendo encaje de bolillos para pagar hipotecas de pisos del tamaño del salón de sus casas. Sinceramente, cuando el nuevo presidente se está pasando el día en el Ayuntamiento y en la Comunidad Autónoma buscando los euros que paguen sus millonarias nóminas, no es de recibo sacar a la luz pública la inquietud por los ingresos en concepto de derechos de imagen (un 15% del total de sus nóminas). Pero bueno, a lo mejor ahora «nuestros hombres» han decidido salir a dar ruedas de prensa de vez en cuando. Supongo que si vuelven a estar, como el año pasado, más de diez jornadas sin ganar, y cobrando religiosamente sus nóminas, saldrán a dar una rueda de prensa pidiendo perdón, y diciendo que ellos nos van a pagar la mitad de nuestro abono para compensarnos. Sería de justicia, ¿no?
En fin, considerando la proximidad del partido de mañana, quiero pensar que el equipo está centrado en ganarse los muchos euros que ya han cobrado, cobran y cobrarán, trayéndose algo positivo de un equipo de los de arriba: el Salamanca. Campo difícil, en que nadie ha conseguido derrotar a los salmantinos esta temporada. Es, pues, un buen termómetro para medir la recuperación del equipo. El Alicante era un equipo muerto, el Albacete, con poco más, nos complicó el partido en casa, y ahora llega el «vitorino». A ver si el trabajo bien hecho de Campos (si leéis las declaraciones que hace sobre el partido de mañana os daréis cuenta de cómo un entrenador hace honor al cargo, y se gana el sueldo) nos permite puntuar. De momento creo que no estamos para mayores gestas. Ojalá me equivoque.
P.D. No me olvido del afer Movilla, pero eso merece un aparte.