Nov 13 2009
Carta de despedida a Campos
Querido José Miguel,
Lo nuestro pudo ser una bonita historia de amor. Nos conocimos en un momento difícil para mí, y tú supiste sacarme de aquel pozo que parecía condenarme a la perdición. No pusiste condiciones para ayudarme. Tus sabios consejos me sirvieron para encontrar las fuerzas donde pensaba no tenerlas, y con tu apoyo, y el de mis miles de fieles amigos, salí adelante. Hace unos meses decidimos dar un paso adelante en lo nuestro, y comprometernos a algo más. Buscar nuevos horizontes, que me permitieran alcanzar esa máxima felicidad que siempre he creído merecer, y que sólo en unos pocos momentos de mi vida he logrado disfrutar. Pasamos un verano prometedor, en que todo parecía irnos bien. Daba la impresión de que íbamos a vivir tiempos de vino y “Rosas”. Sin embargo, con todo aparentemente a favor, nuestro idilio se fue diluyendo. Los fines de semana nos fueron separando, discusión tras discusión. Decepción tras decepción. La culpa no fue tuya. Posiblemente tampoco mía. Quizá el destino no quería que lo nuestro funcionara. Ya sabes lo cruel que es este “mundo”.
Ahora ya hay otro en mi vida. No me ha hecho olvidarte, pero, por mi bien, ojalá lo haga pronto. Y como sabes que te aprecio, y que siempre recordaré que en mi peor momento, tú fuiste mi guía, te deseo lo mejor. Que pronto encuentres en otro lugar lo que yo te he negado. Que olvidemos los sinsabores recientes, y nos quedemos con lo bonito que compartimos, y con los sueños que un verano tuvimos. Aunque separados, tal vez un día los podamos cumplir.
Muchas gracias por todo, y hasta siempre,
Real Murcia.