Para mis fieles

Hoy mi post quiero que sirva para estar cerca de vosotros. Esos que me leéis cada semana, y que esta mañana habéis sufrido, os habéis cabreado, os habéis hundido, habéis creído por un momento que la remontada era posible, os habéis despertado de ese sueño imposible, habéis sentido vuestro orgullo pimentonero herido por lo visto en el césped y lo escuchado en la grada… Quiero estar junto a vosotros en este difícil momento, y quiero sentiros también cerca para ver si juntos podemos digerir este mal trago, y tratar de buscar un motivo para la esperanza ante las tinieblas en las que estamos sumidos.

Hoy ha sido imposible ganar. A pesar de que los que han salido en el segundo tiempo han tirado de orgullo, y nos han hecho rozar el 2-3 que encendía al menos la esperanza grana, y que hubiera desatado el nerviosismo «efesio», es difícil salir a jugar un partido con handicap. Sí, como en el golf, el Murcia ha decidido hoy empezar a jugar con 3 goles en contra. Y eso ante el líder -equipo menos goleado de la categoría- es mucho decir. Me entristece decir que hoy he visto los dos extremos de la Segunda división: a un equipo confiado, serio, sabiendo a qué juega, y metiendo en la portería prácticamente el 100% de las ocasiones de que ha dispuesto; a otro asustado, dubitativo, apático por momentos, superado por las circunstancias, y con muchísimas dificultades para convertir su juego en ocasiones de peligro. Hoy he olido a Primera y a Segunda B a partes iguales. Y me pone triste decirlo, pero busco motivos para el optimismo en la plantilla, y en los demás ámbitos del club, y a estas tempranas alturas del campeonato veo a un equipo que ha dejado de creer en sí mismo. Me recuerda bastante al Murcia de Peiro-Toshack. Un equipo que enlazó una racha de empates larguísima, que acabaron por convertirse en una sucesión infinita de derrotas. Recuerdo como a la tercera o cuarta derrota consecutiva, me preguntaba cómo esa banda había logrado rascar los empates que había rascado. Viendo hoy al Murcia me cuesta entender cómo se puntuó en San Sebastian, Soria o Valencia.

Este año no tenemos a un Movilla en la recámara, ni a un killer de Primera -con mayúsculas- como Iván Alonso. No nos quedan muchos jugadores que se identifiquen con el Club por haber tenido una larga trayectoria en él -a todos ellos los hemos «pasaporteado» por la puerta de atras-. Los resultados han enterrado una ilusión, mientras que la sucesión de éxitos han llevado a nuestro rival regional a montar, con «palicos y cañicas», un equipo competitivo. En agosto no hubiéramos cambiado a ningún jugador nuestro por otro del Cartagena. Hoy los cambiábamos a los 25. Así nos luce el pelo.

La temporada nació con el sueño de ser uno de los 3 mejores entre los 22. Ahora sólo pedimos no ser uno de los 4 peores, y nos empieza a parecer una ardua tarea. Personalmente, a día de hoy, a mí me asustan los signos que respiro en el ambiente. Ojalá me esté equivocando…

Os mando, en este triste día, muchos abrazos, y ánimos. Pensad que dentro de menos de una semana, seguro que esa bendita amnesia futbolística nos hará creer que se puede sacar algo positivo de Vallecas. Aunque las heridas van dejando cicatrices que va costando borrar.

P.D. Nunete, tienes el dudoso honor de disponer de una camiseta verde del Real Murcia, comprada el mismo día en que el Cartagena mancilló de forma histórica el orgullo de un club centenario. Menos mal que al menos hoy perdieron de grana…
P.P.D. A La Coruña yo me llevaba al filial. Interesa evitar lesiones, acumular fuerzas para el partido del sábado, y tener claro que esa no es nuestra guerra.