Después de una semana de tranquilidad merecida para todos los aficionados pimentoneros, fruto de la victoria ante el Eibar –un rival eliminado para la permanencia- y la derrota del Alavés –la última amenaza real- en Mendizorroza, llega el partido de Tenerife. Los de Richi están disparados hacia el ascenso, y el Heliodoro Rodríguez López volverá a parecerse a esa olla a presión que envío dos títulos de liga hacia la Ciudad Condal en el último suspiro de las Ligas 91/92 y 92/93 – ¡ya ha llovido desde entonces, Dios mío!-. El Real Murcia parece un convidado de piedra en la fiesta chicharrera, y sin embargo, a pesar de las bajas – Ocha, Peña, Bruno y Montoro se quedan en casa-, tengo la sensación de que podemos plantar cara en la isla. Cada punto, una vez alcanzados los actuales 43, es un gran paso hacia la definitiva permanencia, y aunque hay partidos en casa relativamente asequibles, no es bueno dejar para mañana lo que se pueda hacer el domingo, a partir de las 13.00h -horario peninsular-. Ojalá el chaval Aguilera, que podría escoltar a Movilla en la medular, cuaje una buena actuación. No nos olvidemos que el año que viene tendremos que vivir de los productos de nuestro Imperial. Cuanto antes se consiga la permanencia matemática, antes podremos ir dando la alternativa a los que están llamados a ser nuestro futuro casi inmediato.
May 08 2009