Romper la baraja…
Obviar los puntos flacos de la planificación de la plantilla del Real Murcia 2025/26 es imposible. El lateral izquierdo sin doblar. Ningún central «top» entrando en el mercado. El overbooking de extremos 24/25 (Rojas, Toral, León, Kenneth Soler, Loren Burón, Davo…), convertido en carestía: Zeka -melón por abrir-, León -en horas bajas-, Bustos, Sarabía -en la práctica, nada- y lo demás, «inventos».
Sin embargo, sinceramente, tener que «romper la baraja» en octubre sería un auténtico desastre. Porque es insoportable la sangría de puntos, sí. Pero, ¿es todo culpa del director deportivo?
Todos soñábamos con estar en lo más alto de la clasificación, durante la temporada. Esa es la posición que ocupa ahora mismo el histórico Club Esportiu Europa. ¿Hubiéramos aplaudido y recibido con «masterclasses» fichar a su entrenador? ¿A uno solo de sus jugadores? Comparemos su once, y el del Real Murcia, este pasado sábado…
No vi a nadie censurar abiertamente la destitución de Fran Fernández, y criticar la llegada de Joseba Etxeberría. Es más, muchos vimos en el de Elgoibar al entrenador que nos podía llevar al ansiado ascenso, y continuar al frente de un proyecto ganador en LFP…
Pero aquí el nombre no te sostiene, y los resultados derriban la torre más alta. Y lo cierto es que la «Torre Joseba» está al borde del colapso. Cierto es que algunas de sus decisiones han sido erróneas -cambio innecesario en la portería, la más incomprensible, a mi juicio-, pero yo no lo veo como culpable absoluto de la situación, la verdad.
El borrón y cuenta nueva de «fuera Goiría y Etxeberría», que tanto leo en redes sociales, son 500.000 €. Un dinero con el que puedes dar un salto de calidad grande a la plantilla, en posiciones clave «cojas», en invierno el mercado. Gastar ese capital en pagar a ambos un año sabático, sin saber si esa era la «tecla a tocar», me parecería, ahora mismo, un error.
Evidentemente, si palmamos frente a Ibiza y Eldense, este post va a envejecer fatal. Empezaremos a pensar en la posibilidad de un descenso de categoría, y pedir cordura, mesura y paciencia va a ser absolutamente quimérico. Perderemos, ya sí todos sin excepción, la cabeza. Solo habrá rabia y desesperación. No quiero ni pensar en eso, la verdad…
Estamos en manos de un grupo de futbolistas que, en muchos casos, tiene experiencia en LFP, e historias de éxito en Primera RFEF. Son ellos los que tienen que dar la cara.
Yo, el domingo, voy a empujar desde la grada. Ojalá seamos muchos, empujando a los que son y van ser los «soldados» de nuestro escudo.
No habrá perdón para quien no muera por la grana sobre el verde.
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