Enésimo Sánchez

No, no habéis leído mal. Ni tampoco me he equivocado al nombrar al vallisoletano que intenta, con muy poco éxito, dirigir los designios de nuestro Real Murcia. Y es que en Girona, el técnico puso en liza su enésima alineación distinta. Cambiando por enésima vez la pareja de centrales. Una línea que es, junto a la portería, uno de los lugares que más estabilidad requiere para cuajar. Siendo la enésima ocasión en que trata de reinventar el fútbol, diseñando un centro del campo que me recordó al tristemente célebre “cuadrado mágico” de Vanderlei Luxemburgo. Sí, ese técnico que llego al Real Madrid en 2005, y que después de su efímera aventura blanca no ha vuelto a salir de Brasil, donde su “magia” sí parece surtir efecto.

Enésimo, que así queda ya bautizado, no pareció leer bien algunos de los pocos signos positivos del encuentro ante el Alcorcón. El equipo, más por fortuna que por mérito, no cayó derrotado ante el equipo madrileño, y hubiera sido un buen momento para dar confianza a un once que durante minutos mostró compromiso, y algo más de capacidad ofensiva. Pues no. En lugar de eso da entrada a Mauro, que falla estrepitosamente en la jugada que acaba con el fatídico penalti de Molinero. Respecto al centro del campo, Toribio, como el Guadiana, reaparece en la alineación titular junto a Acciari. Junto a ellos –nunca mejor dicho- Matilla y Emilio. Querías caldo, pues toma dos tazas. Un equipo condenado a atascarse, y que cuando lograba superar la espalda de la defensa del Girona -que me pareció muy floja-, encontraba a un delantero al que le falta lo más importante. Kike es todo voluntad y compromiso. Destaca cuando no se empecina con el balón y se asocia. Pero no tiene lo que se le pide este año. Lo que tanto nos hace falta. El gol.

Así pues, ya desde el primer minuto no me parecían los mejores mimbres para un buen cesto. Y con las desgraciadamente habituales malas decisiones de Molinero, por debajo en el marcador y con un jugador menos, el equipo estaba condenado a pensar en mejores ocasiones para sacar los puntos que lo sujeten en la categoría. Aunque van quedando pocas. La próxima este domingo a las doce en NC. Ante un equipo cuyo balance de la última quincena es 11 goles a favor y 2 en contra: el Villarreal.

Así ha amanecido esta mañana el Real Murcia. Sólo virtualmente –nadie se engañe- fuera del descenso, el equipo de día libre –ya lo tienen todo claro-, y Samper a lo suyo, esto es, sin intención de mover un dedo para estimular a la afición a acudir al estadio y a creer en el “sí, se puede”. No estamos aún enterrados, pero el club parece asumir resignadamente que está muerto. Muchos, sin embargo, no descansamos en paz. Sí parece hacerlo nuestro entrenador, que acabo satisfecho con la actitud de los jugadores ayer. Debo decirle que yo también, y que el equipo fue digno en la derrota. Pero que con esa actitud, esa dignidad y esos resultados nos vamos a Segunda B. Enésimo descalabro de un proyecto Samper Brothers. Enésima temporada condenados a sufrir. Enésimo técnico que no consigue que el equipo funcione. Enésimo Sánchez.

Onésimo en Montilivi (fuente: diariolaopinion.es)

Onésimo en Montilivi (fuente: diariolaopinion.es)