El tuerto feliz

Después del tostón de hace ya más de una semana, en NC, frente al Huesca, el Real Murcia viajaba este fin de semana a Vigo con el abismo a la misma distancia – 7 puntos-, y la sensación de que la salvación nos la van a proporcionar desde Vitoria. A lo mejor no nos haría falta ni jugar más. Y parece que tan firme era esa convicción, que el equipo decidió meterse más de 900 kilómetros entre pecho y espalda para salir a Balaídos para hacer precisamente eso: no jugar. El Celta, ante su público, y con más urgencias que nosotros, sí puso la carne en el asador, y gracias a sendos errores garrafales de la zaga grana, consiguió poner 2 goles en su casillero, y pareció sentenciar el encuentro. Por momentos costaba entender por qué el equipo gallego había conseguido una sola victoria en los anteriores 18 partidos. Sin embargo, llegó la segunda parte, algún cambio atrevido de José Miguel Campos, y un poquito de coraje de parte de los nuestros –algún rifirrafe pareció despertarlos de su siesta-, y el equipo vigués se deshizo como un azucarillo. Se fue metiendo cada vez más atrás, y permitiendo al Murcia descolgar jugadores al ataque hasta puntos insólitos –llegué a ver, y hacía años que no lo hacía, a 6 jugadores granas buscando el remate en algunas jugadas-. Y el esfuerzo tuvo recompensa. Un buen centro de De Coz, fue secundado por un cabezazo de Sikora que sirvió el balón a Núñez para que este acortara distancias, y acabará con la poca entereza que el Celta pretendía mostrar. Cuando ya expiraba el partido, un córner al que hasta el mismísimo Elía quiso echar el guante –en este caso, en sentido figurado, claro está-, acabo con David De Coz –grande el sevillano en el día de ayer- empujando de cabeza un balón, que para delirio de todos los murcianistas, nos daba un punto, robaba dos al Celta, y dejaba la salvación un peldaño más cerca.  Y es que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Y el sábado, poco después de las ocho, fue un tuerto muy feliz.

P.D. No quería dejar pasar la oportunidad de felicitar a nuestros paisanos por el tan ansiado ascenso a la Categoria de Plata. Será un placer volver a vivir el más clásico de los derbis murcianos en Segunda. ¡Suerte al Lorca!

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