El bálsamo de Fierabrás

Parece increíble como en el fútbol dos semanas consecutivas pueden ser tan diferentes. Cuando la suspensión de pagos era tan sólo una posibilidad, y la situación del club era todavía una incógnita por resolver. En una semana en que se aún no se había celebrado la vista en que un jugador en activo del Real Murcia mordería la mano que le da de comer. En esos días de incertidumbre, la fuerte marejada sacudía las aguas del club y su entorno. Unos pocos días después, con la espada de Damocles de la suspensión de pagos ya hundida en el pecho de nuestro Murcia. Con el juicio de “Don Limpio” visto para sentencia (y con pinta de suponer, con menor coste económico para la sociedad de lo que el jugador hubiera querido, la rescisión de su contrato), vivimos, sin embargo, una semana mucho más plácida. La culpa la tienen tres puntos. Así es este deporte, en que la urgencia de resultados y la situación en la tabla clasificatoria mandan al paro -semana sí, semana también- a muchos entrenadores en todas las categorías del fútbol profesional de este país. Y como la amnesia es el pecado capital del buen aficionado al fútbol, sólo un buen resultado en Gran Canaria, este sábado, permitirá seguir recordando que llevamos 18 puntos sobre 24 (media de campeón), y que si estamos dónde estamos no es por perder con el Rayo en un partido-accidente, o caer en una salida a Valencia en un campo que no nos suele ser propicio. La culpa la tiene arrancar 2009 penúltimos a 7 puntos de la salvación. Hoy miro la clasificación, y nos tengo que restar esa cantidad para caer a la zona roja. Imaginaos lo que sería el día a día del club si en la situación actual nos encontrásemos hundidos en la penitenciaría de la división de plata.  Porque hoy por hoy, y con los tiempos de dificultades que vivimos, los puntos son como el bálsamo de Fierabrás, y ellos son los que nos tienen que mantener a flote. Porque si el club sale adelante después de esta tormenta, no será gracias al Ayuntamiento, ni al rescatador-justiciero Samper que “amenaza” con salvarnos. Si lo conseguimos será gracias a un hombre que en medio de la tempestad ha sabido sacar fútbol de las botas de quienes parecían haberlo olvidado. José Miguel Campos. No me voy a cansar de decirlo. Ojalá el Real Murcia, y los murcianistas, no padezcamos amnesia para agradecerle siempre lo que está logrando.